Ayer pasaron unos amigos, de esos
que hace bastante que no ves, a verme y de paso que les enseñara algo
Tordesillas, así que les hice una “ruta express” (dicho sea de paso quedaron
encantados con ella XD). Mientras caminábamos me fueron preguntando sobre
diversas cuestiones, una de ellas fue la famosa Meseta Sky de Villavieja del
Cerro. Ya saben, ese proyecto que se basaba en construir una pista de sky en
pleno secarral Castellano y que prometía ser la “revolución” socioeconómica de
la zona. Mi posición desde siempre fue contraria, incluso antes que era mucho
más permisivo a este tipo de cosas, me parecía un derroche y un trasvase de
dinero público al bolsillo de alguien, no se trataba de ninguna ilegalidad,
pero, como decía un profesor que tuve “lo que es del común es del ningún”.
El caso es que según hablábamos
entramos a evaluar como este tipo de despropósitos son las únicas soluciones
que se le dan a zonas en regresión económica y demográfica. Hay una cosa que
desde posturas progresistas debemos entender, muchas veces los gobernantes,
desde una mentalidad “desarrollista” hacen planes de desarrollo para zonas
deprimidas atendiendo al corto plazo, que en la práctica es generación de
empleo mientras se lleva a cabo la obra, perspectivas altas e ilusión de la
gente de la zona así como un mantenimiento del empleo mientras dura la novedad
del proyecto, que a medio plazo se tiene que cerrar por ser un “pozo negro”. Este análisis desde la izquierda se hace muy
bien, lo que no hacemos bien es proponer (más bien no proponer) una alternativa y combatir estos “derroches”
de dinero desde una posición de pertenencia a ese lugar y de la lucha por el
cambio de mentalidad.
Dicho de otra forma, muchas veces
se proponen desde las administraciones proyectos agresivos con el medio
ambiente para revitalizar una zona, y una vez que la gente se ha ilusionado por
la forma que se lo han vendido, se coge desde posturas ecologistas o
progresistas y se lanza una campaña judicial, se realizan manifestaciones… y si
se consigue parar, al final toda esta masa crítica, que en su mayoría procede
de la ciudad se vuelve a sus casas y deja a los pobres “nativos” de los pueblos
sin alternativa a su “desgracia” demográfica. Eso ha pasado en muchos lugares,
por ejemplo, en San Glorio se iba a hacer una pista de sky, al final no se hizo
y los “urbanitas” pueden ir los fines de semana a pescar.
Al final, lo que no podemos pretender es que estas zonas deprimidas sean el patio de recreo de las zonas urbanas. Dónde la gente de la ciudad va a pasar su tiempo libre desde una posición de superioridad moral, muchas veces, como si se creyeran alguien más "civilizado". Si desde posiciones progresistas queremos ser tenidos en cuenta en estas zonas debemos proponer, no solo criticar cuando lo hace la derecha, porque mientras lo hacemos a la vez estamos frustrando espectativas de los "lugareños" y se genera una imagen de "izquierda urbana" que choca en estos espacios y produce rechazo desde la mentalidad conservadora y las espectativas creadas.
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